Hace cuatro años hice un cambio enorme en mi vida. Me trasladé a Manizales, Colombia.

Estados Unidos tienen unas cosas fantásticas para ofrecer: ciudades grandes e interesantes, restaurantes en cantidad y muchos destinos turísticos como no se puede imaginar; sin embargo, nunca pude encontrar un equilibrio sano viviendo allí. Trabajé por más que 20 años en un entorno corporativo intensamente competitivo, luchando con la rutina diaria y esta mentalidad de siempre estar a la par con los vecinos alimentada a nosotros por los medios de comunicación y por el ubicuo y gigante monstruo consumismo, que me hacía sentir vacío, hueco y despojado.

En Manizales, encontré el equilibrio que me hacía falta. La calidad de vida, la familia y los amigos que encontré aquí me dieron una paz que no había podido encontrar viviendo en EE.UU. Claro que tuve que abandonar un sueldo alto, pero ¿que importa ganar mucha plata si no se la puede disfrutar? Ahora trabajo de 7am a 4pm y tengo tiempo para compartir con mi esposa, familia y amigos. Socializar en un café (¡Juan Valdez es uno de mis preferidos y el café externo Juan Valdez por la zona el Cable en Manizales es el más popular de todos los cafés Juan Valdez en Colombia!) o igual, solo sentarme a leer un libro que es algo que puedo hacer varias veces la semana; así como también poder cocinar una deliciosa cena con mi esposa. Ambos disfrutamos este tiempo de calidad juntos casi cada noche. En EE.UU. la costumbre es echar cualquier cosa en el microondas, ponerlo en un plato y normalmente comerlo a distintas horas porque el horario de todo el mundo es agitado y sin parar.

Como sucedió este cambio

Yo he estado expuesto a las dos culturas y países desde que era niño porque mis padres nacieron en Manizales y tuvieron cinco hijos en Colombia antes de trasladarse a EE.UU. en 1968. Tres años después nací yo, el gringo de la familia. Me crié en New Orleans, pero también viví en Miami y Charlotte, Carolina del Norte para 15 años.

Años antes de mi traslado, mi mamá decidió que ya era tiempo de que mi papá se jubilara para que ellos pudieran volver a su ciudad natal. El verano de 2013, en unas vacaciones a Manizales de mi trabajo en ventas de suministros médicos, decidí que ya tenía suficiente esa matadora carrera de ratas. Tres meses después ya era residente de Manizales.

Mis hermanos, todos nacidos en Colombia, siguen viviendo en los EE.UU. y el gringo ya vive en Colombia.

Manizales es especial, incluso para Colombia

Manizales ofrece lo mejor de una vida urbana relajada. Es un área metropolitana como de 500.000 residentes, y es la capital de uno de los departamentos colombianos más pequeños. Manizales es lo suficientemente grande como para ser ciudad, pero a la vez lo suficientemente pequeños como para guardar el ambiente de pueblo. La ciudad está ubicada en la parte norte de lo que se llama el eje cafetero, cerca al volcán activo del Nevado del Ruiz. Tiene una topografía única que le da un entorno natural espectacular de fincas cafeteras, más la maravilla geológica de un volcán y un glaciar.

Debido a que está en medio del eje cafetero, mucho del comercio de la ciudad y de su actividad económica se basa en el café y en sus productos relacionados. La pequeña ciudad también es la sede de siete universidades que atraen estudiantes y profesionales de todo el país y del mundo.

El clima nunca es ni demasiado caliente ni demasiado frio (aunque los colombianos quienes nunca han experimentado un invierno como los del norte describan el clima como frio). Manizales tiene además, modernos centros comerciales, teatros y edificios de muchos pisos que coexisten con amplias zonas verdes naturales.

Por el tamaño de la ciudad, usted no tiene que pelearse con montones de gente en las calles o permanecer en frustrantes trancones, pero igual se puede notar el zumbido de la cuidad, especialmente en la noche y los fines de semanas. Hay mucho para hacer. La feria anual de Manizales, en enero, es una fiesta por toda la ciudad, son casi dos semanas de desfiles, exhibiciones y eventos culturales que no son solo para turistas, aunque ellos vienen de todo el país. Durante la feria los negocios modifican sus horarios para que los empleados puedan salir temprano y disfrutar de los eventos.

También hay mucho para no hacer. Manizales ofrece un estilo de vida económico y relajado con todas las amenidades que se pueden encontrar en una ciudad colombiana más grande como Bogotá, Cali o Medellín.

Un estudio del Banco Mundial realizado en 2010, puso en su ranquin a Manizales como la mejor ciudad colombiana y la más fácil para hacer negocios.

¿La utopía?

Éste lugar no es imaginario. Es real. Es Manizales, una ciudad donde la gente tradicional se cruza con la gente joven, y donde una comunidad entera celebra el pasado mientras abraza el brillante futuro colombiano.

Puedo continuar enumerando todas las razones por las cuales llegué a amar vivir en Manizales y Colombia, pero la verdad se reduce a simplemente haber encontrado una felicidad que siempre me eludía en los Estados Unidos.

Ah, una cosa que sí agregaré, popularmente se menciona a Manizales como una fábrica de puestas del sol. Ven cuando quiera para verlas.

Hay mucho más para contar … on Colombia

Christian Medina es el co-fundador y gerente de English Solutions, un negocio de traducciones y una academia en línea basado en  Manizales, Colombia.